Long Island Iced Tea es un cocktail que, curiosamente, no tiene nada que ver con el té. Puede considerarse como el “rey del disimulo”, pues pasa a simple vista como un refresco de cola o té helado y su sabor evoca al té. Sin embargo, está compuesto por una bomba explosiva de sabores dada por la mezcla de destilados en su receta.
A ciencia cierta no se conoce cuál es el verdadero origen de este cocktail. Existen varias versiones. La primera de ellas hace referencia a la década de los años ’20. En este año se implantó en Estados Unidos una Ley Seca. En virtud de esto, los amantes de las bebidas espirituosas debían camuflar sus tragos para no ser apresados. Los cantineros de la época se las ingeniaron para concebir un cocktail que lograra satisfacer a los clientes sin acarrearles problemas con la justicia.
Es así como, de la mezcla de diversos alcoholes, se crea una bebida que parece ser un té helado pero con una graduación alcohólica alta.
La segunda historia nos traslada Tenessee, específicamente a un pequeño pueblo llamado “Long Island”. Esta versión también está en el marco de la prohibición de 1920. En aquel pueblo, un camarero al borde del desespero, mezcló distintas bebidas y las hizo pasar por té helado. De este modo pudo comercializar la bebida sin perder clientes y sin ser apresado. Este mismo relato hace mención que, dicha receta, fue perfeccionada y comercializada veinte años más tardes por el hijo del cantinero.