La comida del Gran Salón es una interpretación del patrimonio gastronómico portugués. En nuestro mundo culinario, la sencillez es un lujo. Los productos locales pierden -por fin y con distinción- la vergüenza de sus orígenes y se elevan a nuevas alturas, creando platos indulgentes pero no opulentos, llenos de sabor y con una frescura inusitada.
Permanecer leal a una cocina sostenible es una de las promesas de Grand Salons, por lo que hay un enfoque reflexivo sobre cómo los alimentos que comemos juegan un papel en la protección de la Madre Tierra. El equipo de cocina se asocia con productores regionales, lo que se refleja en la «calidad superior» de todo lo que se sirve en la mesa del Gran Salón. Hay pan de una panadería en Vila Real de Santo António, carne de un carnicero de primera en Manta Rota, aceite de oliva, frutas y verduras de Moncarapacho, tomates orgánicos de Tavira, flor de sal fina de Castro Marim, requesón cremoso de São Brás de Alportel.
Para estar al tanto de las últimas novedades ¡Síguenos en Facebook e Instagram!